Tengo que dar las gracias a quienes han confiado en mí ciegamente y me han apoyado de manera incondicional en este nuevo proyecto:
Manuel Vicente Segarra Berenguer, escritor y periodista, por darme el empujón, cogerme de la mano y guiarme en este sendero desconocido hasta ahora.
Lorena Escandell Carbonell, periodista, por hacerme ver que las cosas se pueden escribir de muchas formas y ponerme los puntos sobre las íes (literalmente) al revisar mis cuentos.
Arly Jones, ilustrador, por su paciencia ante mi impaciencia, porque ha conseguido poco a poco extraer de mi cabeza las ideas que tenía para los personajes de los cuentos.
Estefanía Almario Ferrández, periodista, por perder horas de sueño y de su vida privada para maquetar y dar forma a lo que ahora tenemos en nuestras manos.
Tomás Motos Plazuelo, licenciado en bellas artes, gracias por dar vida a una oruga que quería aprender a volar.
¡Gracias a todos!
Manuel Vicente Segarra Berenguer, escritor y periodista, por darme el empujón, cogerme de la mano y guiarme en este sendero desconocido hasta ahora.
Lorena Escandell Carbonell, periodista, por hacerme ver que las cosas se pueden escribir de muchas formas y ponerme los puntos sobre las íes (literalmente) al revisar mis cuentos.
Arly Jones, ilustrador, por su paciencia ante mi impaciencia, porque ha conseguido poco a poco extraer de mi cabeza las ideas que tenía para los personajes de los cuentos.
Estefanía Almario Ferrández, periodista, por perder horas de sueño y de su vida privada para maquetar y dar forma a lo que ahora tenemos en nuestras manos.
Tomás Motos Plazuelo, licenciado en bellas artes, gracias por dar vida a una oruga que quería aprender a volar.
¡Gracias a todos!
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